Luego de 55 años de su descubrimiento, se identifica una nueva especie de cocodrilo fósil que vivió en el estado de Minas Gerais, Brasil, hace unos 80 millones de años atrás
Un fósil descubierto en 1966 y desde entonces almacenado en las colecciones del Museo de Ciencias de la Tierra (MCT), del Servicio Geológico de Brasil, Río de Janeiro, acaba de ser descrito como un nuevo género y especie de un pequeño crocodiliforme notosúquido del Período Cretácico (aproximadamente 80 millones de años) que habitó lo que hoy es la ciudad de Uberaba, en el estado de Minas Gerais, Brasil.
Denominado Eptalofosuchus viridi, este pequeño animal de unos 40 cm de largo era omnívoro (se alimentaba de plantas y pequeños animales) y convivía con dinosaurios herbívoros gigantes, los titanosaurios, grandes dinosaurios depredadores como los megaraptores y al menos otras dos especies de cocodrilos, de hábitos carnívoros.
EL DESCUBRIMIENTO
El fósil fue descubierto en 1966 al cavar un pozo en una gasolinera en la parte sur de la ciudad de Uberaba y entregado al paleontólogo Llewellyn Ivor Price, del entonces Departamento Nacional de Producción Mineral de Brasil (DNPM, actualmente Agencia Nacional de Minería) quien lo llevo a Río de Janeiro, donde pasó a formar parte de la colección de la institución.
En 2016, los paleontólogos Dr. Thiago Marinho del Centro de Investigaciones Paleontológicas “Llewellyn Ivor Price” de la Universidad Federal del Triángulo Mineiro (UFTM) y el Dr. Agustín G. Martinelli, investigador del CONICET en la Sección Paleontología de Vertebrado del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (Buenos Aires, Argentina), visitando el Museo de Ciencias de la Tierra identificaron el pequeño bloque de roca verdosa que contiene el fósil y que todavía estaba envuelto en un viejo papel de diario de la década de 1960. De manera preliminar consideraron el hallazgo como importante y pidieron en préstamo el fósil, que fue llevado al Museu dos Dinossauros en Uberaba. Luego, fue preparado por paleontólogo Dr. Fabiano Iori, del Museo de Paleontología “Pedro Candolo” en Uchôa (São Paulo). En esta etapa, se comprobó que el material era un fragmento de la mandíbula de un pequeño cocodrilo con algunos dientes conservados, que aún no habían sido registrados en esta formación geológica.
Con este estudio se consiguió describir la primera especie de vertebrado fósil para la Formación Uberaba, una unidad del Grupo Bauru, que registra la mayor diversidad de formas para el final de la Era Mesozoica en Brasil. El Dr. Marinho comentó que “la difusión de estos resultados es fundamental para el futuro de la investigación paleontológica en Uberaba, una vez que la población tome conciencia de la presencia de fósiles, la mirada para las rocas seguramente estará más atenta y es allí donde surgirán nuevos descubrimientos”. Por su parte, el Dr. Martinelli resaltó que “el nuevo descubrimiento muestra la dominancia de crocodiliformes esfagesauridos en el Cretácico de Brasil, un grupo que aún no se conoce en rocas de edad similar de la Argentina.”
El trabajo fue publicado en la revista internacional Cretaceous Research, incluyó a Thiago Marinho y Luiz Carlos Borges Ribeiro de la UFTM, a Agustín Martinelli del MACN, a Fabiano Iori del Museo de Paleontología “Pedro Candolo” de Uchôa (São Paulo), a Giorgio Basilici y Marcus Vinícius Soares de la Unicamp, y a André Marconato de la USP.
Link de la publicación: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0195667121002482
Imágenes:
Imagen superior. Reconstrucción en vida del crocodiliforme Eptalofosuchus viridi, realizada por Júlia D’Oliveira.
Imagen 2. Mandíbula fósil del crocodiliforme Eptalofosuchus viridi.
Imagen 3. Mandíbula de Eptalofosuchus sobre la mano de uno de los paleontólogos.