Baurubatrachus santosdoroi: Una nueva rana entre dinosaurios y cocodrilos cretácicos
En un estudio publicado recientemente en la revista científica internacional “Ameghiniana” se presentó una especie inédita de rana del Cretácico Superior (unos 80 millones de años de antigüedad) encontrada en el oeste del estado de San Pablo, Brasil. A partir de restos del cráneo y postcráneo se consiguió determinar la presencia de una nueva especie de rana, llamada Baurubatrachus santosdoroi.
Los materiales fósiles de Baurubatrachus santosdoroi fueron encontrados durante las obras de duplicación de la “Rodovia da Laranja” (ruta estatal SP 351), en 2011, al momento de remover rocas para la realización de un puente de acceso a la ciudad de Catanduva, en el estado de San Paulo. Los primeros fósiles fueron encontrados por Edvaldo Fabiano dos Santos y Laércio Fernando Doro y posteriormente con el paleontólogo Fabiano Vidoi Iori se descubrieron más materiales del anuro, así como de otros animales: restos de caracoles, peces, anuros, tortugas, cocodrilos y dinosaurios.
La investigación fue liderada por la Dr. Paula Muzzopappa del CONICET Fundación Azara-Universidad Maimónides de Buenos Aires, el Dr. Agustín Martinelli de la Sección Paleontología de Vertebrados del MACN-CONICET, Dr. Fellipe Pereira Muniz (USP de Ribeirão Preto) y el Dr. Fabiano Vidoi Iori (Museo de Paleontología Pedro Candolo y Museo de Paleontología “Prof. Antonio Celso de Arruda Campos”).
La nueva especie pertenece al género Baurubatrachus, que significa “rana Bauru”, en referencia al Grupo Bauru, la unidad sedimentaria en la que fue encontrada. El nombre de la especie santosdoroi es un homenaje a sus descubridores: Edvaldo Fabiano dos Santos y Laércio Fernando Doro.
Baurubatrachus santosdoroi pertenece al grupo de los neobatracios o ranas modernas. Si lo encontraste en estos días, probablemente lo confundirías con alguna rana que vemos por ahí. ¿Qué hace que este hallazgo sea tan importante entonces? Aunque los Neobatrachians son actualmente muy numerosos y representan más del 90% de los anfibios actuales, su registro durante el Período Cretácico es muy escaso, con menos de 15 especies formalmente descritas en el mundo, la mayoría de ellas del Cretácico Inferior de la Cuenca de Araripe. Del Cretácico Superior de Brasil solo teníamos dos especies descritas, ambas de la Formación Serra da Galga en la región de Uberaba-MG, de edad Maastrichtiense (entre 72 y 66 millones de años). La nueva especie es el primer anuro formalmente denominado para el Cretácico de São Paulo. Se postula que el origen de los neobatracios ocurrió en Gondwana y las especies del Cretácico dan cuenta de la historia evolutiva temprana de este grupo hoy muy diverso.
Se descubrieron restos de dos individuos de B. santosdoroi. El más completo presenta huesos preservados del cráneo, pelvis pélvica, una vértebra y huesos de las extremidades; lo que permitió su descripción anatómica y clasificación. Baurubatrachus santosdoroi comparte con su primo de Minas Gerais Baurubatrachus pricei principalmente la fuerte osificación craneal y la ornamentación conspicua en el cráneo, pero las características únicas de la especie de São Paulo incluyen un esqueleto menos osificado, con falta de coosificación de la dermis y elementos cartilaginosos, en además del eje escapular más delgado y una varilla ilíaca más larga en relación al cuerpo ilíaco.
La definición de este nuevo taxón para el Cretácico brasileño ayuda a refinar nuestro conocimiento paleontológico regional y sus interacciones paleoecológicas; proporciona datos para futuros estudios sobre los neobatracios y para una mejor comprensión de la evolución de este grupo de anuros, aún muy poco conocidos.
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Imagen 1:
Restos fósiles de Baurutabatrachus santosdoroi.
Imagen 2:
Reconstrucción en vida de Baurubatrachus santosdoroi (por Lautaro R. Blanco).
Datos de la publicación: Muzzopappa, P., Iori, F.V., Muniz, F.P. & Martinelli, A.G. 2022. A new species of the genus Baurubatrachus (Anura, Neobatrachia)
from the Late Cretaceous Adamantina Formation of Brazil furnishes evidence on the diversity of this bizarre lineage. Ameghiniana 59(5): 297-316.
Doi: 10.5710/AMGH.29.07.2022.3505