Julio R. Contreras y su paso por el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”
Durante toda su vida, mi papá visitó y consultó las colecciones y la biblioteca del Museo, Institución a la cual quería y respetaba mucho. Por esa razón al jubilarse en el año 1998, decidió donar a la “Colección Nacional de Ornitología” los 12.000 especímenes de aves que reunió a lo largo de gran parte de su vida en el marco de sus proyectos de investigación en el norte argentino y Paraguay. Esa colección se caracterizó por su excelente estado de conservación y por haber sido una referencia de consulta para los ornitólogos de la región. También donó materiales a las Colecciones de Mastozoología y Herpetología del museo.
En la formación de dichas colecciones colaboraron muchas personas, sobre todo mi hermano, Andrés Oscar Contreras (1960-2013), quien lo hacía desinteresadamente, ya que nunca fue personal del CONICET.
Desde 1998 al 2002 mi padre estuvo trabajando en la División de Ornitología del museo, como investigador contratado del CONICET. Fue feliz allí, ya que culminó una etapa de su vida en el lugar que tanto quería. Como siguió trabajando hasta sus últimos días, no dejó de consultar las colecciones y biblioteca del museo.
Trabajó mucho en historia de la ciencia y en biografías de naturalistas, temas que le apasionaban. Entre sus obras, sin dudas, la voluminosa obra biográfica sobre Félix de Azara significó su gran aporte, nutrido no solo de fuentes bibliográficas, sino también de viajes a los diferentes sitios de América y España relacionados con el naturalista aragonés.
Desde hace 25 años, en España, la Diputación de Huesca entrega un premio y realiza actividades para recordar a Félix de Azara. Este año nos invitaron del 20 al 25 de febrero para asistir y participar de esas actividades. Por eso viajé con Laura Barone, invitadas por la Diputación mencionada. En ese marco, se presentó una nueva edición del libro “Julio Rafael Contreras, 1933-2017: el último naturalista enciclopedista argentino del siglo XX”, cuya primera edición publicó la Fundación Azara en 2019.
Esta reedición de la biografía de un biólogo argentino en España no debería sorprender, porque allí, mi padre es considerado el mayor conocedor de Félix Azara, uno de los referentes iberoamericanos de las ciencias naturales y el mentor y primer presidente de la Fundación argentina que lleva el nombre de su admirado naturalista. A él le dedicó (entre 2010 y 2012) la biografía más completa de este militar e ingeniero que viajó a Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Durante su residencia en América durante unas dos décadas realizó pioneras investigaciones como cartógrafo, zoólogo y antropólogo. Por esas obras, en 2007, mi padre recibió el Galardón Félix de Azara. El evento de este año dio continuidad a su memoria, como su obra, sumando la entrega de la Medalla de Oro de la provincia a la Fundación de Historia Natural Félix de Azara de la Argentina con motivo de celebrar los 25 años de la entrega de estos premios. En la gala también se otorgaron otros 25 Premios y el Galardón Félix de Azara.
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Así fue como el miércoles 22 de febrero recibimos en representación de la Fundación Azara la medalla de oro otorgada a dicha Institución por su labor, ser referente en el ámbito de las ciencias naturales y su contribución inestimable a difundir en el ámbito internacional reivindicando la memoria y el legado del naturalista altoaragonés “Félix de Azara”. Así lo ha señaló en su elocuente discurso el presidente de la DPH, Miguel Gracia Ferrer, tras la entrega de la distinción.