Fuente: CONICET

Scinax fontanarrosai habita en Argentina y Brasil y presenta diferencias en su canto, morfología y coloración respecto a otras de su género. Fue descripta por investigadores del CONICET en el Instituto de Biología Subtropical de Misiones y del MACN.

Una nueva rana del género Scinax fue descripta por investigadores del CONICET en un artículo publicado esta semana en la revista PLOS One. Se trata de una especie que habita en el nordeste de Argentina y algunas localidades del sur de Brasil y que presenta notables diferencias en su morfología, patrón de coloración y canto nupcial.

El equipo de biólogos decidió llamarla Scinax fontanarrosai, en homenaje al humorista y escritor Roberto Fontanarrosa. El hallazgo ocurrió en el marco de un trabajo de revisión desarrollado en conjunto con grupos de científicos de Brasil y Uruguay, que incluyó el análisis de la morfología externa de adultos y larvas, la osteología, la citogenética, la historia natural y la distribución geográfica de las especies del grupo.

Cuando iniciaron la revisión taxonómica del género, los investigadores advirtieron diferencias sustanciales que hacían sospechar que en la zona de estudio podrían existir especies no descritas. “Nos centramos en el grupo uruguayus, que pertenece al clado ruber y que hasta entonces sólo tenía dos especies conocidas. Una de ellas, S. pinima, era considerada endémica del estado de Minas Gerais, en Brasil y no existían datos acerca de ella desde su descripción original en la década del 70, pero a través de la colaboración con grupos de Brasil, pudimos acceder a nuevos registros del año 2016 que nos permitieron estudiar sus cantos, patrones de coloración y morfología”, explica el investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), Diego Baldo.

El canto de las ranas cumple un rol clave en la comunicación y particularmente en la reproducción, ya que los machos lo utilizan para atraer a las hembras a los sitios de cría. Éste fue uno de los caracteres que permitió llegar a la conclusión de que se encontraban frente a una especie que era desconocida para la ciencia.

Para estudiar los cantos nupciales, los biólogos van al campo en temporada reproductiva y graban los sonidos con equipos especiales, que luego son procesados mediante programas informáticos que permiten analizar distintos parámetros acústicos y temporales. “Aunque algunas veces esas variaciones son muy sutiles, en este caso fue bastante sencillo determinar que se trataba una nueva especie porque las diferencias son claramente distinguibles, incluso para el oído humano”, explica Baldo, primer autor del trabajo, del que también participaron investigadores del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, CONICET).

“El modo de reproducción de estas ranas hace que sean muy difíciles de detectar porque su pico de reproducción dura muy pocos días. Son muy explosivas y su representatividad en colecciones científicas es muy baja. De hecho, la primera vez que la encontramos fue muy cerca de donde vivimos, en la ciudad de Posadas, después de siete años trabajando en la misma zona sin haberla visto antes” agrega. Además de la diferencia en el canto, la nueva especie también presenta diferencias en su morfología externa e interna, con notables variaciones de sus esqueletos.

Al momento de nombrar a la nueva especie, los investigadores decidieron homenajear a Fontanarrosa, por su importancia en la cultura argentina. “Su obra está centrada en la ruralidad y siempre tiene muy presente elementos de la naturaleza, haciendo incluso referencia al canto de los anfibios”, señala Baldo.

Nuevas preguntas

Al realizar la revisión, los investigadores descubrieron que parte del material que se consideraba como Scinax uruguayus y que había sido reportado en los estados brasileros de Paraná y Santa Catarina, pertenecía en realidad a Scinax pinima, que se creía endémica de una localidad de Minas Gerais. “Esto significa que su distribución es mucho más amplia, mejora sustancialmente su estatus de conservación y abre nuevos interrogantes. No sabemos si ese hueco de casi mil kilómetros en los que no hay registros se debe a una distribución disyunta, a un vacío de información por falta de colecta o si las poblaciones intermedias de esta especie desaparecieron debido al deterioro del ambiente en esa zona, que es la que pertenece al estado de San Pablo, que es uno de los más urbanizados e industrializados del país”, indica Baldo.

Tras la descripción de esta nueva especie, los biólogos están desarrollando estudios para evaluar la diversidad genética de este grupo. “Hay un abanico de preguntas que surgen con esta revisión y tienen que ver con ciertas conexiones entre la ecorregión del Cerrado de Brasil y el noroeste de Corrientes que fueron reportadas en estudios biogregráficos recientes y que podrían extenderse a otros linajes y plantas”, concluye el investigador.

Por Cecilia Fernández Castañón. CCT CONICET Nordeste