Un estudio en fósiles de más de 225 millones de años permitió identificar datos relevantes sobre la evolución de la cavidad nasal en los mamíferos
Un equipo de investigación del que forma parte Agustín Martinelli, integrante de la Sección Paleontología de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales, realizó microfotografías computarizadas de rayos X en fósiles encontrados en Brasil, Argentina y África, a partir de las cuales se detectaron modificaciones en la cavidad nasal de los cinodontes, parientes próximos de los mamíferos actuales.
Hace más de 225 millones de años, durante el Triásico (primer Periodo de la Era Mesozoica, también conocido como “la Era de los Dinosaurios”), un grupo de vertebrados llamados cinodontes experimentó una notable evolución que dio origen a los mamíferos actuales. Estos animales de aspecto externo muy similar a una comadreja, comenzaron a desarrollar características anatómicas que generaron una mejoría en los sentidos del olfato, visión y audición. Con el desarrollo de un cerebro proporcionalmente grande, la modificación de la cavidad nasal y oral y una dentición especializada, lograron mejorar la respiración y el aprovechamiento de los alimentos.
Para profundizar en estos hallazgos, el equipo de investigación conformado por científicos y científicas de Argentina, Brasil y Reino Unido, realizaron microtomografías computarizadas de rayos X en distintos cinodontes encontrados en rocas Triásicas de Brasil, Argentina y África. Así, fue posible estudiar las principales modificaciones de la cavidad nasal de estas especies.
En los mamíferos, existe una cavidad nasal con una estructura osificada denominada turbinal (o turbinales) altamente irrigada de vasos sanguíneos, que ayudan a humidificar, calentar y filtrar el aire que ingresa a los pulmones durante la respiración. En el estudio recientemente publicado en la revista Scientific Report se documentan de forma detallada los principales cambios en la cavidad nasal de cinodontes, usando como representantes al género africano Thrinaxodon, y las formas sudamericanas Chiniquodon, Prozostrodon, Riograndia y Brasilodon.
Como los turbinales son estructuras internas, la técnica de rayos x utilizada permite reconstruir en forma tridimensional la cavidad sin destruir el fósil o lo que hay preservado en su interior.
Este hallazgo fue posible gracias al trabajo de Pedro Fonseca, Cesar Schultz y Heitor Francischini del Instituto de Geociências de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul (Brasil), Agustín Martinelli del MACN-CONICET (Argentina), Pamela Gill y Emily Rayfield del School of Earth Sciences de la Universidad de Bristol (Reino Unido), Leonardo Kerber del Centro de Apoio à Pesquisa Paleontológica de la Universidade Federal de Santa Maria (Brasil), Ana Maria Ribeiro del Museu de Ciências Naturais/SEMA (Brasil) y Marina Bento Soares del Museu Nacional de Rio de Janeiro (Brasil).
Ilustración: Riograndia – Jorge Blanco
Imagen 1: Parte del equipo preparando las muestras de cinodontes en le Universidad de Bristol: Pedro Fonseca, Pam Gill y Agustín Martinelli (izq. a der.), Marzo de 2020.
Imagen 2: Interior de la cavidad nasal de los cinodontes triásicos Thrinaxodon, Prozostrodon, Riograndia y Brasilodon obtenida por medio de microtomografías de rayos X.